Fernando Torm Tohá pertenecía al tipo de seres humanos que raramente encontramos porque existen pocos. Vivir en constante contacto con la magia de la creatividad que se expresaba en cualquier actividad que desplegara, no es común y podemos adivinar que él era participe de ella. Su singular personalidad producía curiosidad, sorpresa, admiración, novedad, fascinación, en donde ni lo mecánico ni lo esteriotipado tenían espacio.

Asunción Claro Izquierdo  
 
   
 

Fernando al poco tiempo de llegar a New York, ya estaba cursando composición en la Univesidad de Columbia y así continuó con fotografía, pintura, grabado, cine, quilting...
Él consiguió desde la disciplina del discípulo que quiere aprender con especialistas y casas de estudio y por otro lado con la pasión del niño autodidacta que juega a través del trabajo, (amor en acción), profundidad dentro de tanta amplitud. En las artes escénicas, danza, cine, teatro, performance, él contaba con el aporte de su música perfomática y con su presencia soberana.

Graciela
Figueroa
 
 
   
 

Fernando Torm sintió desde muy joven la necesidad de expresarse, quería mostrar su ser interior, quería revelarse a los otros tal como era y tal como sentía, pero nuestro medio, sobre todo en los años 60, era un medio extraordinariamente conservador, por tanto nuestro artista decidió definitivamente emigrar a los Estados Unidos.

Gaspar
Galaz

 
 
   
 

Con Fernando fuimos compañeros de curso en el Instituto Nacional, en segundo y tercero de Humanidades. Es ese curso todos éramos “ genios” y se nos preparaba para ser Presidentes de Chile…  El único artista del curso era Fernando. En cualquier lugar donde hubiese un piano, le rogábamos que tocara “alguna cosita”. Siempre fueron clásicos, que nosotros, jóvenes liceanos, obviamente, desconocíamos.Luego, en el año 72 en una visita a la Isla de Pascua nos encontramos nuevamente. La fotografía era su nueva pasión y le acompañé en su expedición.Siendo director del Departamento de Cultura del Instituto Chileno-Norteamericano, fui su curador para una exposición en dicha institución.
Fernando fue un genio, poseía un excelente sentido de humor e irradiaba simpatía.
No fue Presidente de la República, pero sí un ser maravilloso, enviciado por la creatividad .

Rene
Lara
 
 
   
 

Hay una matriz rítmica interválica que Torm usa en sus composiciones con la cual introduce sus piezas. La variación se produce por la reiteración de un intervalo; la transposición de una línea melódica; la inversión de una frase ascendente en descendente. Todos estos procedimientos no tienen un afán dramático o una direccionalidad con intención. Son procedimientos que se utilizaban en Arnold Schönberg o Bèla Bartòk, pero aquí se apartan de un sentido formal, con motivos más expresivos en una búsqueda de la atonalidad libre, iniciando la idea de la serialidad, pero sin ser dodecafónica, en que ciertos módulos se acomodan como bloques reiterables

Ricardo
Loebell
 
 
   
  Cuando pienso en Fernando, pienso en superlativos, un artista gráfico superlativo, un compositor superlativo, un ingenio superlativo,  superlativo en la cocina, un amigo superlativo, una persona superlativa.  Una persona de múltiples talentos,  tenia  un saludable sentido del ridículo, un agudo sentido de la ironía, un persistente sentido de la sobrevivencia - así es como yo lo recuerdo.
Joanne
Pottlitzer
 
 
   
 

Fernando, se interesó por mi música y estrenó una de mis obras, compuesta en 1967 y premiada en Cuba: “Estudiante baleada”, junto a “Impresiones por las Víctimas del Vietnam” y “ Edición”, Premio Casa de las Américas.
Las obras mencionadas, de un fuerte sabor político, fueron de gran atracción para Fernando, quien poseía un espíritu dinámico, inquieto, con un constante anhelo de encontrar lo desconocido del Hombre y de la sociedad que lo rodea. No comprometido políticamente, sino comprometido con la vida; porque la vida es el Arte.

León
Schidlowsky